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miércoles, 19 de octubre de 2011
Expresionismo
Van Gogh, Vincent "La noche estrellada", 1889 |
Otro grupo de gran influencia para los expresionistas es el simbolismo, que se extiende entre 1880 y 1900. No se desarrolla mediante un estilo unitario, pero puede definirse como un búsqueda en la cual el artista, limitando una pintura objetiva, concreta los sentimientos, los estados del alma, los miedos subjetivos, las fantasías y los sueños.
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Munch, Edvard "El grito" |
Las obras de James Ensor y Edvard Munch muestran, con un idioma simbólico expresivo pasado por encima de la materialidad, relaciones místicas, religiosas o psicológicas. Ensor, mediante la utilización de colores incandescentes, pinta desfiles fantasmales de enmascarados y de personajes caricaturescos; recreando la oposición hostil del individuo y la masa. La máscara, el leitmotiv de toda la obra de Ensor se convierte en la expresión de lo amenazador y desconocido.
El expresionismo en la obra del noruego Munch, se evidencia en sus representaciones del miedo, la desesperación, la sexualidad atormentada, los celos y la morbosidad. Todos estos son temas que Munch representó para "liberarse a sí mismo de los demonios". Aunque el grito sea la expresión pictórica de un sentimiento de miedo personal mientras paseaba con un amigo, Munch logra expresar en este cuadro el desfallecimiento del hombre ante una realidad cada vez más compleja y confusa.
Los expresionistas también encontraron la fuerza expresiva que buscaban en el arte de otras culturas. Las esculturas y máscaras de África y Oceanía, de clara descendencia primitivista, representaron para los artistas europeos una valiosa fuente de inspiración.
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Kirchner, Ernst Ludwing "Dos mujeres en la calle", 1914 |
El grupo se caracteriza por emplear un vocabulario estético muy simplificado, con pocas formas que han sido reducidas a lo esencial, cuerpos deformados y espacios disueltos sin perspectiva. Los colores, brillantes y saturados, desprendidos del colorido local y pintados superficialmente con un pincel grueso, se encuentran incrustados dentro de un fuerte contorno. Esto concede a los cuadros un carácter vigoroso, como si hubieran sido tallados en madera. Concentrados intensamente en la intensidad del efecto, solían trabajar con contrastes complementarios, mediante los que los colores se reforzaban mutuamente en su luminosidad. Su apasionado colorido se correspondía con el deseo de conceder al color una nueva relevancia emocional y composicional bajo aspectos estéticos únicamente internos, creando obras sólo a base de colores como los fauvistas.
Mediante la deformación con la que reforzaban la expresión, querían representar la "realidad real", es decir, la esencia de las cosas, lo que no puede verse, sino sólo sentirse. En 1911, el galerista Herwarth Walden dio a esta concepción artística el nombre de expresionismo, derivación del francés expression. Con este término recogió en un principio todas las representaciones artísticas que se alejaron de la representación fiel de la realidad, así como también el cubismo y el futurismo.
Otro artista alemán, Max Beckmann, forjó su obra en soledad. Tras la Primera Guerra Mundial, que lo impresionó vivamente, encontró su modelo de configuración expresionista, caracterizada por la forma violenta, ruda y despreocupada en que representaba la realidad. Engastaba colores claros y brillantes con líneas de contorno negras, duras y afiladas para alzar la superficialidad carente de perspectiva de las figuras, a menudo puestas en el cuadro de una forma densa. Sus obras son alegorías modernas de la existencia del ser humano con sus entrelazados emocionales y sus traumas colectivos e individuales.
Los expresionistas de Der Blaue Reiter (El jinete azul)
El grupo Der Blaue Reiter fue formado en Munich en 1911. Recibió una importante aportación internacional, sobre todo del cubismo y el futurismo, ya que entre sus filas figuraban numerosos extranjeros. Entre 1911 y 1914 pertenecieron a él Franz Marc y Vasily Kandinsky, y otros artistas tales como Paul Klee, Alexei Yavlensky, Marianne Werefkin, August Macke y Gabriele Münter.
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Marc, Franz "Caballo azul I" ,1911 |
A diferencia de la ruda forma de pintar de los artistas de Die Brücke, el arte de Der Blaue Reiter es más exquisito, subjetivo y espiritual. Aunque la formulación artística de ambos grupos era muy diferente, los unía la convicción de mirar más allá de lo superficial. El arte ya no debía "reproducir lo visible, sino hacer visible" tal y como lo expresó Paul Klee.
Los pintores de Der Blaue Reiter, sobre todo Marc y Kandinsky, se interesaron principalmente por la transformación pictórica de los sentimientos. A los artistas de El Jinete Azul les importaba más el cómo de la representación que el qué. Incluso en aquellos cuadros en los que todavía se podían apreciar vagas reminiscencias de las cosas mundanas, el efecto no parte del objeto, sino de la composición. Lo más importante eran las formas y los colores. Los artistas concedían a sus cuadros ritmo y melodía mediante los tensos contrastes entre las líneas fuertes y suaves, formas abiertas y cerradas y colores metálicos y aterciopelados.
Los artistas de Der Blaue Reiter se imaginaban la transmisión de los sentimientos como una cadena entre el artista y el espectador, al principio de la cual se encontraba "la sensibilización del alma del artista"; emotividad a la cual el artista da forma en su obra. A su vez, el cuadro causa en quien lo observa determinados sentimientos, con lo cual se convierte en el agente responsable de "la sensibilización del alma del espectador". Entonces, la asociación del significado y la concepción del sentido de cada cuadro están en manos del propio espectador.
La colaboración critica del espectador a la hora de conceder un significado a una obra y la silenciosa comunicación entre el cuadro y quien lo contempla adquiría cada vez más importancia a lo largo de todo el arte del siglo XX.
Para mas información haz clic en el vídeo:
martes, 4 de octubre de 2011
Fauvismo (1905)
Matisse |
Fue Louis Vauxcelles el que bautizó el nuevo movimiento como Fauvismo, escribió el artículo "Donatello entre las fieras" con motivo de lo visto en el Salón de Otoño de 1905. Ellos recibieron el epíteto con gran honor, ya que se sentían ante todo unas fieras del color. Son "animales" pero con instinto sosegado a la hora de pintar.
Para hablar de los orígenes, tenemos que recordar a Gauguin y a Van Gogh, ya que ellos, huyendo del Impresionismo apostaban por obras intensamente coloreadas. Es revelador el consejo de Gauguin al
hablar de la importancia del color puro: "...¿Esta sombra es más bien azul?, píntela de azul marino, ¿Las hojas son rojas?, póngale bermellón..." . Son palabras que constituyen este nuevo modo de ver, o mejor, de entender la vida. Es por ello que el Fauvismo no se interese por la introducción de nuevos temas, se tratan los géneros de siempre: el retrato, el paisaje, interiores de vivienda, naturalezas muertas.
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André Derain |
El Fauvismo no debe entenderse como movimiento hermético, sino como un estallar estético y sentimental. El Fauvismo es un estado de espíritu ligado a las circunstancias del momento. Se rechaza la existencia de un método riguroso, en pro de una libertad total ante la naturaleza. La primacía del color obliga a la forma a ser más expresiva que fiel a la realidad. El pintor fauve establece una patética comunión con la naturaleza, rechaza convencionalismos y descubre un lenguaje personal para alcanzar el máximo objetivo, la unión de arte y vida. El artista es un Demiurgo, o un nuevo dios que moldea su obra, la crea según un principio generador asimilable a la naturaleza. Esta liberación fauvista no tiene que ser entendida como desorden, rechazo de disciplinas o ignorancia, pues la libertad no se reclama hasta que se tiene plena conciencia de haber alcanzado los medios necesarios. Antes de lanzarse a la aventura de la innovación se aprende la técnica.
Otra de las características del Fauvismo es el gusto por el arte africano-negro y la influencia que éste ejerció en las obras. Se sabe como Maurice Vlaminck admiraba profundamente las máscaras procedentes
de la Costa de Marfil. Este gusto por "lo otro" se generaliza en un ambiente que cada vez camina más
hacia la vanguardia. El arte de los pueblos primitivos no es imitativo, sino que plantea un evidente
alejamiento de las formas naturalistas para tender a la esquematización. Posteriormente esta influencia
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Maurice Blaminck |
sería seguida del Cubismo, basta recordar las "Señoritas de Avignon" de Picasso. No se debe olvidar la influencia de Cézanne. Bajo este título, hay que entender que los pintores fauves no responden a los mismos planteamientos, aunque todos sean amantes del color. Podemos entender a Matisse como el representante más puro de la tendencia, seguido de André Derain. Cada artista adapta el color a su forma de vida. Este es el caso de artistas como Dufy, Friesz, Braque, Rouault, Van Donguen... . La obra de Rouault debe relacionarse con el Expresionismo por sus contenidos de proclamas de fe y de acusación, sus obras están dominadas por un íntimo impulso dominado por el drama y por el fervor cristiano. Friesz apuesta por la sensualidad de temperamento, Van Donguen por la exageración, Braque se verá seriamente influido por el Cubismo...
El Fauvismo constituyó un momento extraordinario por la integración de artistas de tan diferente
origen y carácter. Por lo general los fauves franceses no se detienen en investigaciones psicológicas o
sociales, mientras que los alemanes otorgan un contenido más sentimental a sus videncias.
Mientras que la fecha de 1905 puede considerarse como la de un Fauvismo puro, la de 1907 responde
al desbordamiento de otros planteamientos.
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